UNIVERSIDAD
PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL
LIBERTADOR
VICERRECTORADO
DE EXTENSIÓN.
CENTRO EDUCATIVO NACIONAL DE TEOLOGÍA SUPERIOR MILENIO.
Caracas, 04 de Septiembre del 2016.
Profesora. Talis Bogado.
Participante: Elizabet Andres.
Componente Docente Universitario UPEL.
LA
PLANIFICACIÓN Y ¿EN QUÉ CONSISTE?
La planificación es un proceso
sistemático en el que primero se establece una necesidad, y acto seguido, se
desarrolla la mejor manera de enfrentarse a ella, dentro de un marco
estratégico que permite identificar las prioridades y determina los principios
funcionales. Planificar significa pensar en el futuro, de tal manera que se pueda
actuar de inmediato. Esto no quiere decir que todo vaya a surgir según el plan
establecido. De hecho, no será así con toda probabilidad. Pero si se ha
planificado correctamente, la posibilidad de realizar ajustes, sin comprometer
las metas globales, resultará mucho más apropiada.
¿Por qué es necesario planificar?
La combinación de un buen marco
estratégico (obtenido a partir de una planificación estratégica) junto con un
buen plan funcional o plan de acción se manifiesta de la siguiente manera:
ü Te proporciona
una clara comprensión de los elementos necesarios para lograr los objetivos de
desarrollo;
ü Te ayuda a
otorgar prioridades y tomar decisiones;
ü Te permite
centrar aquellos recursos más limitados en las acciones que beneficiarán tu
trabajo de mejor manera;
ü Te mantiene en
contacto con tu contexto: a nivel mundial, nacional o local;
ü Te proporciona
una herramienta de ayuda para comunicar tus intenciones a otras personas;
ü Te proporciona
una guía coherente para su aplicación diaria.
FASES DE LA PLANIFICACIÓN.
Desde un punto de vista muy general
puede considerarse que todo proyecto tiene tres grandes etapas:
Fase de planificación. Se trata de
establecer cómo el equipo de trabajo deberá satisfacer las restricciones de
prestaciones, planificación temporal y coste. Una planificación detallada da
consistencia al proyecto y evita sorpresas que nunca son bien recibidas.
Fase de ejecución. Representa el
conjunto de tareas y actividades que suponen la realización propiamente dicha
del proyecto, la ejecución de la obra de que se trate. Responde, ante todo, a
las características técnicas específicas de cada tipo de proyecto y supone
poner en juego y gestionar los recursos en la forma adecuada para desarrollar
la obra en cuestión. Cada tipo de proyecto responde en este punto a su
tecnología propia, que es generalmente bien conocida por los técnicos en la
materia.
Fase de entrega o puesta en marcha. Como
ya se ha dicho, todo proyecto está destinado a finalizarse en un plazo
predeterminado, culminando en la entrega de la obra al cliente o la puesta en
marcha del sistema desarrollado, comprobando que funciona adecuadamente y
responde a las especificaciones en su momento aprobadas. Esta fase es también
muy importante no sólo por representar la culminación de la operación sino por
las dificultades que suele presentar en la práctica, alargándose excesivamente
y provocando retrasos y costes imprevistos.
A estas tres grandes etapas es
conveniente añadir otras dos que, si bien pueden incluirse en las ya
mencionadas, es preferible nombrarlas de forma independiente ya que definen un
conjunto de actividades que resultan básicas para el desarrollo del proyecto:
Fase de iniciación. Definición de los
objetivos del proyecto y de los recursos necesarios para su ejecución. Las
características del proyecto implican la necesidad de una fase o etapa previa
destinada a la preparación del mismo, fase que tienen una gran trascendencia
para la buena marcha del proyecto y que deberá ser especialmente cuidada. Una
gran parte del éxito o el fracaso del mismo se fragua principalmente en estas
fases preparatorias que, junto con una buena etapa de planificación, algunas
personas tienden a menospreciar, deseosas por querer ver resultados
excesivamente pronto.
Fase de control. Monitorización del trabajo
realizado analizando cómo el progreso difiere de lo planificado e iniciando las
acciones correctivas que sean necesarias. Incluye también el liderazgo,
proporcionando directrices a los recursos humanos, subordinados (incluso
subcontratados) para que hagan su trabajo de forma efectiva y a tiempo.
PLANIFICACIÓN
NORMATÍVA, ESTRATÉGICA Y OPERACIONAL.
• Planificación
Normativa:
Inicialmente fue calificada como
"planificación del desarrollo", y son los planes los que describen de
forma estricta las acciones que se deberían ejecutar para el logro de los
objetivos deseados. Jorge Ahumada dice que “es una metodología para la toma de
decisiones, para escoger entre alternativas que se caracterizan porque permiten
verificar la prioridad, la factibilidad y compatibilidad de los objetivos y
permite seleccionar los instrumentos más eficientes” (Castellano, 2000).
• Planificación
Estratégica:
Se trata de la interacción entre entorno
y el interno de los entes y la habilidad de estos para actuar de manera proactiva
configurando estrategias que nos permitan aprovechar nuestras fortalezas
internas y las oportunidades externas.
• Planificación
Operacional:
La planificación operativa consiste en
establecer claramente la aplicación del plan estratégico conforme a objetivos
específicos. Al igual que el plan estratégico, la planificación operativa debe
ser sencilla, fácil de entender para todos los participantes y permitir que se
sepan las actividades que se deben realizar y el tiempo de que disponen para
completarlas. Los planes operativos pueden variar desde cronogramas bastante
simples que identifican eventos importantes en el proceso electoral hasta
planes complejos que señalan con gran detalle lo que tiene que suceder en
fechas determinadas.
Fuente:
monografías.com / reflexiones
educativas / planeación operacional.
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