miércoles, 12 de octubre de 2016

PLANIFICACIÓN.

UNIVERSIDAD  PEDAGÓGICA  EXPERIMENTAL  LIBERTADOR

VICERRECTORADO  DE  EXTENSIÓN.


CENTRO  EDUCATIVO  NACIONAL  DE  TEOLOGÍA  SUPERIOR  MILENIO.



Caracas, 04 de Septiembre del 2016.
Profesora. Talis Bogado.
Participante: Elizabet Andres.
Componente Docente Universitario UPEL.


LA PLANIFICACIÓN Y ¿EN QUÉ CONSISTE?

La planificación es un proceso sistemático en el que primero se establece una necesidad, y acto seguido, se desarrolla la mejor manera de enfrentarse a ella, dentro de un marco estratégico que permite identificar las prioridades y determina los principios funcionales. Planificar significa pensar en el futuro, de tal manera que se pueda actuar de inmediato. Esto no quiere decir que todo vaya a surgir según el plan establecido. De hecho, no será así con toda probabilidad. Pero si se ha planificado correctamente, la posibilidad de realizar ajustes, sin comprometer las metas globales, resultará mucho más apropiada.

¿Por qué es necesario planificar?

La combinación de un buen marco estratégico (obtenido a partir de una planificación estratégica) junto con un buen plan funcional o plan de acción se manifiesta de la siguiente manera:

ü  Te proporciona una clara comprensión de los elementos necesarios para lograr los objetivos de desarrollo;
ü  Te ayuda a otorgar prioridades y tomar decisiones;
ü  Te permite centrar aquellos recursos más limitados en las acciones que beneficiarán tu trabajo de mejor manera;
ü  Te mantiene en contacto con tu contexto: a nivel mundial, nacional o local;
ü  Te proporciona una herramienta de ayuda para comunicar tus intenciones a otras personas;
ü  Te proporciona una guía coherente para su aplicación diaria.



FASES DE LA PLANIFICACIÓN.

Desde un punto de vista muy general puede considerarse que todo proyecto tiene tres grandes etapas:
Fase de planificación. Se trata de establecer cómo el equipo de trabajo deberá satisfacer las restricciones de prestaciones, planificación temporal y coste. Una planificación detallada da consistencia al proyecto y evita sorpresas que nunca son bien recibidas.
Fase de ejecución. Representa el conjunto de tareas y actividades que suponen la realización propiamente dicha del proyecto, la ejecución de la obra de que se trate. Responde, ante todo, a las características técnicas específicas de cada tipo de proyecto y supone poner en juego y gestionar los recursos en la forma adecuada para desarrollar la obra en cuestión. Cada tipo de proyecto responde en este punto a su tecnología propia, que es generalmente bien conocida por los técnicos en la materia.
Fase de entrega o puesta en marcha. Como ya se ha dicho, todo proyecto está destinado a finalizarse en un plazo predeterminado, culminando en la entrega de la obra al cliente o la puesta en marcha del sistema desarrollado, comprobando que funciona adecuadamente y responde a las especificaciones en su momento aprobadas. Esta fase es también muy importante no sólo por representar la culminación de la operación sino por las dificultades que suele presentar en la práctica, alargándose excesivamente y provocando retrasos y costes imprevistos.
A estas tres grandes etapas es conveniente añadir otras dos que, si bien pueden incluirse en las ya mencionadas, es preferible nombrarlas de forma independiente ya que definen un conjunto de actividades que resultan básicas para el desarrollo del proyecto:
Fase de iniciación. Definición de los objetivos del proyecto y de los recursos necesarios para su ejecución. Las características del proyecto implican la necesidad de una fase o etapa previa destinada a la preparación del mismo, fase que tienen una gran trascendencia para la buena marcha del proyecto y que deberá ser especialmente cuidada. Una gran parte del éxito o el fracaso del mismo se fragua principalmente en estas fases preparatorias que, junto con una buena etapa de planificación, algunas personas tienden a menospreciar, deseosas por querer ver resultados excesivamente pronto.
Fase de control. Monitorización del trabajo realizado analizando cómo el progreso difiere de lo planificado e iniciando las acciones correctivas que sean necesarias. Incluye también el liderazgo, proporcionando directrices a los recursos humanos, subordinados (incluso subcontratados) para que hagan su trabajo de forma efectiva y a tiempo.


PLANIFICACIÓN NORMATÍVA, ESTRATÉGICA Y OPERACIONAL.


•          Planificación Normativa:

Inicialmente fue calificada como "planificación del desarrollo", y son los planes los que describen de forma estricta las acciones que se deberían ejecutar para el logro de los objetivos deseados. Jorge Ahumada dice que “es una metodología para la toma de decisiones, para escoger entre alternativas que se caracterizan porque permiten verificar la prioridad, la factibilidad y compatibilidad de los objetivos y permite seleccionar los instrumentos más eficientes” (Castellano, 2000).






•          Planificación Estratégica:

Se trata de la interacción entre entorno y el interno de los entes y la habilidad de estos para actuar de manera proactiva configurando estrategias que nos permitan aprovechar nuestras fortalezas internas y las oportunidades externas.

•          Planificación Operacional:

La planificación operativa consiste en establecer claramente la aplicación del plan estratégico conforme a objetivos específicos. Al igual que el plan estratégico, la planificación operativa debe ser sencilla, fácil de entender para todos los participantes y permitir que se sepan las actividades que se deben realizar y el tiempo de que disponen para completarlas. Los planes operativos pueden variar desde cronogramas bastante simples que identifican eventos importantes en el proceso electoral hasta planes complejos que señalan con gran detalle lo que tiene que suceder en fechas determinadas.





                             Fuente:
monografías.com / reflexiones educativas / planeación operacional.

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